Ahora medimos la vida en términos de productividad, pero confundimos la
productividad con la sobre ocupación y nos hemos olvidado de otras
formas de ver nuestra vida, y hemos empezado a medirla o calificarla

No todo el tiempo nuestras acciones serán fecundas, útiles, generadoras de
consecuencias provechosas y eso no implica que sean malas acciones.
Para todo hay tiempo, la quietud, el descanso, el ocio, la diversión hacen
parte de ese ciclo de productividad, porque te permiten recargarte de
ideas, de amor, de calma o otras cosas chéveres para continuar.
No es necesario que te alejes de actividades que te permiten conectar con
la vida. Pero si es necesario transformar esa idea de que una agenda
saturada es productiva

● Ver tus amigos y familia en una maratón de citas de media hora no
es productivo.
● Que dejes de comer y dormir bien porque hay mucho por hacer no
es productivo.
● El trabajo, el estudio, las reuniones laborales, el gym no son las únicas
cosas productivas. Son importantes pero no son el sentido de la vida.

Busca un punto de equilibrio, identifica lo que es importante en tu vida y
presta atención a lo que sucede a tu alrededor.
Vuelve a conectar con tus amix y familia, sabemos que estamos en
distintos momentos de la vida, pero podemos propiciar espacios de
encuentro, recargar y seguir. Y no olvides que en la vida suceden muchas
cosas más allá de tu agenda de trabajo, y sí, sí puedes encontrar espacios
para otras cosas importantes.
No tienes que medir todo el tiempo tu día a día en un ranking impuesto.
No tienes que calificarte o compararte, usa tu experiencia para decidir
cómo quieres vivir. Pero porfa, valora tu proceso, y si debes cambiar cositas
valora que hoy puedes ser consciente de ello.

Ve con calma, a tu ritmo.